sábado, 25 de junio de 2011

anónimo.

Tenía tantas cosas que decirte que me olvidé firmar en la carta 
Aun así mi letra me delata, mi voz, mi sintaxis, mi ortografía .  Todo está barnizado de algo que aunque sea lo mínimo es particularmente mío y eso me hace perder la posibilidad de ser anónimo 

¿Qué te diría con otra cara y con otra voz?
El anónimo no conoce el miedo ni el pudor es invencible aunque pueda carecer de confianza a veces, he pensado mostrarme anónimo ante ti para poder tratarte sin todos esos juicios que arrastras con todo lo que está firmado con mi nombre como empezar desde cero desconocerme para que realmente me conozcas después y eso creo que muchas personas nunca me llegarán a conocer si no me desconocen primero.

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