domingo, 18 de marzo de 2012

Quisiera quererte siempre si tu quisieras.

Entras y me ves sentada disimulando que no te he visto. Yo, nerviosa, te saludo con una sonrisa tonta y un movimiento de cabeza. Entonces pasas y tu olor lo invade todo… y en un acto espontáneo y desesperado trato de respirarlo rápido antes de que se desvanezca. Te oigo hablar mientras no puedo dejar de mirarte. Y me muero de amor cuando te apartas el pelo de la cara. Entonces no lo soporto y salgo de la habitación con cualquier escusa para no saltar sobre tus labios con un beso.
Un día quisiera tener el valor para entrar en la habitación donde tú estás, mirarte, que me mires, sonreírnos mientras todos están ajenos a aquello que gritan nuestras miradas. Entonces te cogeré de la mano y te llevaré a un sitio donde nadie pudiera interrumpirnos. Allí, a solas y sin dejar de mirarnos, te sonreiré y te besaré. Te besaré en medio de suspiros y sonrisas. Te besaré.
Y no dejar de besarte nunca. Salir de allí y seguir haciéndote el amor con cada mirada, con cada respiración junto a ti el resto de mi vida. El resto de mi vida.
Conocerte cada día, algo nuevo de ti y quererte cada día un poco más.
Discutir una mañana por cualquier tontería y odiar lo mucho que te amo.
Apagar la luz y quedarme dormida mirándote.
Abrir los ojos y verte junto a mí.
Compartir secretos sin juzgarnos y ser cómplices de nuestra vida.
Entregarte mis lágrimas y mi felicidad.
Compartir lo malo y reírnos de lo bueno.
Morirme de amor cada vez que recorra tu cuerpo desnudo en mi cama.
Llorar tus penas y contemplarte feliz mientras ríes tus alegrías.
Oler tu vida una noche tras otra, tras otra… toda mi vida.
Llegar a vieja y seguir amándote como el primer día.
Que la pena me arranque la vida cuando ya no estés conmigo.
Estar feliz de haber tenido una vida contigo .

No hay comentarios:

Publicar un comentario